Control Visual Del Nivel De Amalgama; Sustitución Del Recipiente De Recogida De La Amalgama - Cattani HYDROCLICLONE ISO Operator's Handbook Manual

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Control visual del nivel de amalgama

(fi gs. 2-3 pág. 52)
Todos nuestros separadores de amalgama estan puestos a la venta equipados de un sis-
tema electronico de control de nivel amalgama. A pesar de la absoluta fi abilidad de nuestros
sistemas aconsejamos para todos los equipos instalados externamente un control efectuado
de personal experto.
El control visual del nivel de amalgama tiene que efectuarse frecuentemente y de forma
absolutamente metódica. Teniendo en cuenta que la resección de una muela reconstruida
puede hacer elevar de un milímetro el nivel de la amalgama, consideramos necesario controlar
el llenado real del recipiente antes de cualquier operación en la que se use. La línea roja (11)
indica el nivel máximo compatible con el buen funcionamiento del separador, nivel que
no debe superarse nunca; por tanto, puede aguardarse al momento en que se alcance la línea
roja antes de sustituir el recipiente. De todas formas, recomendamos cambiarlo cuando el
nivel se halle por lo menos a 5 mm de la línea roja (11) y controlar el nivel de la amalgama
cada tarde después de llevar a cabo la normal limpieza del sistema de aspiración.
Sustitución del recipiente de recogida de la amalgama
(fi gs. 1-2 págs. 51-52)
• Peligro de sacudidas eléctricas, incluso la de 230 V puede resultar mortal.
• Peligro biológico, infecciones de enfermedades epidémicas.
• Alta temperatura.
• Señal genérica de peligro.
• Dirección obligatoria del fl ujo y del sentido de rotación.
Antes de intervenir, ponerse los guantes monouso, la mascarilla y las gafas para protegerse
de eventuales salpicaduras accidentales, desconectar de la red de alimentación la
máquina sobre la que está montado el separador y abrir el grifo (12) para drenar los líquidos
restantes en el separador y en el recipiente de recogida. Dicho líquido está contaminado
y podrí contener residuos de mercurio, por tanto habrá que prestar atención a no hacerlo
gotear y deberá ser recogido y reaspirado; la cosa más sencilla está recoger los lÍquidos con
el nuevo contenedor (fi g. 5), que sostituirá aquel lleno. Mantener el recipiente con una mano
para que no caiga, elevar en posición vertical la manilla (13), extraer el recipiente y llenarlo
con Puli-Jet plus desinfectante sin diluirlo o bien con otro producto adecuado a tal fi n; luego,
abrir la válvula (15) situada sobre la tapa del recipiente (14), colocar la tapa sobre el recipiente
y cerrar de nuevo la válvula.
El recipiente está realizado con material irrompible y cierre hermético: el contenido es tóxico
nocivo y contaminante a causa de las enfermedades epidérmicas, tendrá que manejarse con
cuidado. Para obtener la lista de las empresas de eliminación autorizadas y para otras
informaciones relativas a dicha eliminación, dirigirse a las asociaciones sindicales de categoría
o a las autoridades locales. Respetando las normativas vigentes en cada país, deberá
confi arse el recipiente a empresas o entes autorizados específi camente para el transporte y
la eliminación o el reciclaje. El nuevo recipiente tendrá que introducirse como el precedente
y la manilla deberá cerrarse de nuevo hasta adherirse al recipiente mismo.
Para restablecer el aparato será sufi ciente cerrar otra vez el grifo (12) y conectar de nuevo el
aparato a la red eléctrica. Una vez cerrado el separador de amalgama, aspire el líquido drenado
para separar las partículas de amalgama eventualmente presentes en el mismo. Cuando el
nivel de amalgama alcance el 95%, para los aparatos dotados de control electrónico, tal y
como se ha dicho, se puede esperar al nivel máximo, pero en dicho caso se corre el riesgo
de detenerse; de hecho, basta apagar el aparato para bloquearlo. Por ello, aconsejamos
no esperar al nivel máximo; una vez alcanzado el 95% o bien a 5 mm de la línea roja, a la
primera oportunidad, es adecuado realizar un cuidadoso lavado del sistema de aspiración
del sillón equipado siguiendo las instrucciones del fabricante y después sustituir el recipiente.
De esta forma se obtendrá la ventaja de eludir el riesgo de una parada forzada y se reducirá
notablemente la posibilidad de contaminación.
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