Factores de fiebre
Muchas personas pueden no tener una temperatura elevado
aún cuando estén enfermas. Estas incluyen, aunque no se limitan
a los niños menores a 90 días de nacidos, a personas que
consumen esteroides, antibióticos o antidepresivos, personas
con deficiencias en el sistema inmunológico, incluyendo ancianos
o personas con enfermedades crónicas.
La fiebre es una elevación de la temperatura normal del cuerpo
de un individuo.
Una temperatura elevada o fiebre es considerada frecuentemente
como un signo de peligro. De hecho, un fiebre puede ser benéfica
y ayuda a nuestro sistema inmunológico a trabajar efectivamente.
Una fiebre debe ser evaluada si llega a presentar otros síntomas.
Con excepción de recién nacidos, la presencia de fiebre,
sin cualquier otro síntoma, o en un niño cuyo comportamiento
es normal no debe causar preocupación.
Algunas personas, como tos ancianos, niños menores a 90 días
de nacidos, aquéllos con deficiencias en el sistema inmunológico,
o personas que ingieren esteroides, por ejemplo, son incapaces
de construir una defensa hacia la enfermedad y condiciones
ambientales. Estos individuos pueden no tener fiebre cuando
están enfermos o su elevada temperatura puede ser menor a
la esperada por la agudez de su enfermedad. Otros medicamentos
como antiinfiamatorios y algunos analgésicos pueden atenuar
la fiebre.
La presencia o ausencia de fiebre debe ser raramente considerado
como un factor que denote enfermedad.
Antidepresivos como acetaminofés o ibuprofén, son usualmente
recomendados para controlar dolores y sintomas asociados a
la fiebre, no a la fiebre en 51. Ataques o convulsiones que
usualmente ocurren en niňos de 6 meses a 6 afios de edad,
se piensa que ocurren no por la presencia de fiebre, sino por
el rápido incremento en la temperatura del niño.
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